Las cadenas de mensajes no son nuevas para nosotros, los menajes virales y su propagación por las redes tampoco pero el que voy a mencionar ahora si merece una propagación a gran escala, si es veraz. 

Si no lo has recibido ya posiblemente lo hagas en estos días. El mensaje viral consta de una foto en la que aparece un monigote llamado Niko el cual quiere recorrer mundo. Esta va acompañada de un texto el cual informa que una profesora de 3° de la ESO está haciendo un experimento para que los alumnos tomen conciencia de la rapidez con la que se difunden imágenes por Internet. 

No podemos saber la procedencia del mensaje porque es anónimo, por ello hay varias hipótesis sobre su intención, entre ellas la publicitaria (casualmente en la bolsa aparece el logotipo de una conocida marca). Por otra parte, tampoco sabemos si Niko esta consiguiendo su deseo.

Mi hipótesis es que la cadena puede ser falsa pero el dibujo tiene muchos aspectos propios de niños, una marca conocida en la bolsa, un nombre que se parece a otra marca similar y la gorra que tampoco ser libra. En definitiva, parece que lo han hecho los niños guiados por un/una docente. 

La parte técnica de la noticia es que, en realidad, una imagen en las redes sociales puede recorrer el mundo entero en muy poco tiempo, si nos ponemos a pensar un poco, la distribución es exponencial, lo explico con en ejemplo, si una persona manda el mensaje a 10 contactos y estos a su vez a otros 10 en unos pocos segundos podemos tener 100 receptores del mensaje, es verdad que no todo el mundo hace caso de este tipo de cadenas pero con unos pocos que lo hagan sobra.

Hay que concienciar a la sociedad y, sobre todo, a los niños de este problema porque una foto suya se puede volver viral si cae en malas manos. Hay un dicho que versa que un secreto deja de serlo cuando se lo contamos a una persona, en el caso de las fotos, cuando se comparte una se pierde su propiedad y el destinatario la puede usar para extorsionar, acosar o dejar en evidencia al emisor de la misma.