Da igual que estemos en 2017, en 2016, en 2005… hasta en 2030 seguirán existiendo las cadenas de mensajes. Estas pueden ser de muchos estilos, publicidad, sensibilización, supersticiones, humor, hasta existen algunas que contienen virus, pero hay muchas otras que no tienen utilidad aparente.
A todos nos suenan las cadenas que empiezan con algo similar a «Hola, soy [Nombre que parece importante], el [Puesto importante] de [Servicio gratuito]…» y acaban informando de que el servicio va a pasar a ser de pago. Un ejemplo de estas sería la que ha empezado a circular este 2017:
Pues me veo en la labor de informar a la gente de que estas cadenas son falsas.
Origen de las cadenas.
Las cadenas de mensajes no son nuevas, ya existían en la época del correo físico e igualmente pedían que continuases con la misma para evitar un mal mayor. Pero con el nacimiento de Internet y el correo electrónico empezaron a ser más habituales al ser más fáciles de realizar.
Utilidad de las cadenas
Cómo ya he dicho antes la gran mayoría no tiene utilidad.
En algunas nos hablan de una actualización y contienen enlaces, en el mejor de los casos estos puede ser publicitarios pero en el peor pueden contener un virus que robe información del dispositivo o lo inutilice.
Existen otras que nacen para sensibilidad a los lectores hablando de catástrofes. No hay que confiarse, una cadena de este tipo puede haber sido creada con otras intenciones, por ejemplo, un usuario que crea una página de Facebook sobre una catástrofe, la aprovecha para conseguir likes y luego la vende al mejor postor.
El resto de cadenas, salvo contadas excepciones, pueden estar creadas por la mera satisfacción de que vuelvan a ti mismo como quien marca un billete para ver cuando vuelve a sus manos.
Como no caer en la trampa
- Por mucho que la cadena use nombres reales esos, normalmente, son de dominio público.
- Los desarrolladores son listos y tienen muchos medios para informar al usuario de sus actualizaciones o novedades: ventanas flotantes que aparecen en la aplicación, notificaciones, secciones de cuenta o perfil, banners que están siempre visibles, chats oficiales (siendo de mensajería). Hay que añadir que un director, jefe, propietario, etc. tiene acceso total a su servicio, no necesita crear una cadena de dudosa fiabilidad que pase de usuario a usuario para informar de una novedad o cambio.
- Las cadenas de mensajes usan el miedo de los usuarios a que un servicio gratuito cambie su política y empiece a pedir dinero para financiarse. Este miedo es debido a que sabemos que en la realidad no hay nada gratuito, pero, es que en el mundo de la informática, salvo en contadas ocasiones, pasa lo mismo aunque nosostros no lo sepamos. Un servicio puede optar por varios medios para financiarse, publicidad, crowfunding, una empresa que aporte el dinero o usando la información que pasa por sus servidores.
«Si un servicio es gratuito el producto eres tu».
- Por último, un cambio tan grande en un servicio de este estilo sería avisado con muchos meses de antelación y publicado en todas las revistas y portales relacionadas con el tema, por contra, la gran mayoría desmiente este tipo de cadenas. Así que lo primero que hay que hacer es darse una vuelta por las noticias para comprobar la veracidad de la cadena.
- Sería aconsejable informar al usuario que te ha enviado el mensaje, puede darse el caso de que este no sepa ni que se ha enviado dicho mensaje desde su cuenta (un virus puede mandar un email sin nuestro consentimiento si ha ha infectado nuestro PC, una aplicación puede haber solicitado los permisos de publicación en un perfil y estar mandando mensajes que ni el usuario puede ver).
Hay que ser menos crédulos e ignorar las cadenas o, si se puede, combatirlas. Se tu el eslabón que rompa la cadena.
Comparte este mensaje con todos tus contactos y así evitaremos que el pequeño Caranchoa reciba otra torta. Si no lo envías recibirás mensajes de Carmen de Mairena junto con fotos suyas.